Los libros son un recurso imprescindible para su proceso formativo, les permiten imaginar, descubrir, viajar y conocer sobre el mundo que los rodea.
La lectura es un canal que abre paso a la adquisición del conocimiento y es, sin duda, uno de los mejores hábitos que se puede adquirir; sin embargo, expertos señalan que existe una enorme falta de interés.
A pesar de ello, debemos saber que esta actividad es necesaria y fomentarla en las niñas, niños y adolescentes es primordial. Pero… ¿cómo hacerlo?:
Primero hay que hacerles entender que la lectura es una práctica en la que pueden encontrar satisfacción, emoción, un escaparate de la rutina e incluso una forma de calmar su estrés y no como una tarea.
Deben ver a sus madres y padres o algún miembro de la familia leyendo libros, periódicos o revistas para que sirva de motivación. Es muy importante dar el ejemplo.
La lectura no debe ser vista como aburrida, hay que dejar que las niñas, niños y adolescentes escojan los libros de acuerdo a sus intereses.
Dedicar cierto tiempo del día exclusivamente para realizar esta actividad con el fin de que se convierta en un hábito.
Involucrarse y preguntar sobre el libro que están leyendo o les gustaría leer.
Para que las niñas y niños disfruten un libro, estos tendrían que ser digeribles, llamativos y cortos. Muchas veces pasa que los odian porque el vocabulario es complicado o la narrativa es compleja.
En el caso de los adolescentes se tiene que eliminar la idea de la lectura es una obligación, se recomienda acércales libros que traten de sus hobbies.
Aumenta nuestra curiosidad y conocimiento.
Nos mantiene informados.
Despierta nuestra imaginación.
Alimenta la inspiración y hace que surjan ideas.
Nos permite conectar y ponernos en la piel de otras personas / personajes.
Ejercita a nuestro cerebro: despierta vías neuronales, activa la memoria…
Nos hace recordar, conocer y aprender.
Libera nuestras emociones: alegría, tristeza, cólera, miedo, sorpresa, amor…
Nos mantiene ocupados, entretenidos y distraídos.
Permite que desconectemos y que nos evadamos del mundo.
Permite conocer / descubrir / explorar mejor dicho mundo.
Nos permite conocernos mejor a nosotros mismos.
Hace que podamos compartir / recomendar nuestras lecturas: noticias, libros, artículos…
Ayuda a la comprensión de textos, mejora la gramática, el vocabulario y la escritura.
Facilita la comunicación.
Hace que podamos sentirnos activos.
Y que podamos concentrarnos.
Permite la relajación, el descanso e incluso es capaz de reducir el estrés.
Hace que podamos investigar sobre los temas que más nos interesan.
Nos permite crecer como personas.